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Cada vez son más las personas que utilizan la bicicleta para trasladarse de un lugar a otro, para ir al trabajo, para ejercitarse, distraerse o para practicar ciclismo. Sea cual sea su utilidad, es importante tener en cuenta que a mayor uso, mayor desgaste, por eso es necesario realizar un mantenimiento correctivo y preventivo de nuestra compañera de aventuras.

No esperes a que tu bici esté en las últimas para llevarla al taller, toma nota de estos tips para que sepas cuándo darle una manito:

1. Revisar la cadenilla:  Es importante tener en cuenta que normalmente hay que cambiar esta pieza en algún momento entre los 3.000 y los 8.000 kilómetros. Si notas tu cadena de bici suelta, se sale a menudo o empleas un medidor y te indica una mayor distancia entre los eslabones ¡toca cambiarla! Con este simple gesto podrás alargar la vida útil de otras piezas.


2. Revisar frenos: ¡No te la juegues! Los frenos son tu salvavidas cuando montas en bici. Existen varios tipos de frenos pero sea cuál sea el que uses si en algún momento notas algunos de los síntomas que contamos a continuación deberás considerar cambiarlos. Si las zapatas rozan constantemente la rueda, si sientes flojas las palancas de freno y, sobre todo, si escuchas un ruido agudo y bastante desagradable cada vez que frenas tu bici significa que ¡ha llegado la hora! Pasa por el taller y pon a punto tu sistema de frenado.


3. Llantas: Una de las partes fundamentales de tu bicicleta son las ruedas, sin ellas no podrías avanzar. Pero es la zona más expuesta de tu bici porque están en contacto constante con el terreno y, por lo tanto, son más propensas a un mayor desgaste y deterioro. Muchos solo cambian las llantas cuando no queda más remedio pero ¡esto es un error! si te anticipas a los acontecimientos y las sustituyes antes evitarás que otros elementos de tu bici se vean también perjudicados como los radios o las cubiertas, evitando al mismo tiempo posibles contratiempos o accidentes. Para saber cuándo debes cambiarlas solo tienes que prestar atención a algunas señales de aviso como una pista de frenado deformada o golpes en la llanta. Los aficionados a las bicis de montaña o a las modalidades más extremas como el Enduro son más propensos a este tipo de problemas ya que los terrenos son más inestables y escabrosos. Unas ruedas en buen estado te permitirán llegar mucho más lejos y te aportarán mucho mayor control y estabilidad en tu pedaleo.

Ten en cuenta que una bici en excelentes condiciones te proporcionará:

 Seguridad: El mantenimiento regular garantiza que tu bicicleta esté en buenas condiciones de funcionamiento, lo que reduce el riesgo de accidentes debido a fallas mecánicas.

 Rendimiento: El mantenimiento adecuado mantiene tu bicicleta funcionando sin problemas, lo que te permite disfrutar de un mejor rendimiento y eficiencia.

 Longevidad: El mantenimiento regular ayuda a prolongar la vida útil de tu bici, al evitar el desgaste prematuro de los componentes.

 Ahorro de costos: Abordar los pequeños problemas a través del mantenimiento, evita que se conviertan en problemas más grandes y costosos en el futuro.

 Comodidad: Una bicicleta al 100% proporciona una experiencia de conducción más cómoda, con cambios de marcha más suaves, frenos sensibles y un sillín y manillar correctamente ajustados.

Recuerda entregar a nuestros especialistas tu bici, para que sea puesta en perfectas condiciones para tu siguiente aventura. Agenda tu mantenimiento haciendo clic aquí.